jueves, 8 de noviembre de 2012

Chilli malacho

250 grs. de caraotas rojas
1 cebolla
1 taza de arroz blanco
Te negro

1 pimentón
2 plátanos verdes
jengibre

5 ajíes dulces
2 aguacates
limón

3  dientes de ajo
½ cebolla
azúcar morena

1/2  aj í rocoto
aceite de oliva


400grs. de tomates pelados
vinagre de sidra


1cda. de vinagre de sidra
sal


1 hoja de laurel
pimienta


1 a 2 cucharadas de salsa kétchup



Sal



pimienta negra



150grs. de malacho(con sal y pimienta)



200 ml de caldo de pollo o gallina












Caraotas rojas

 En un embase o cuenco deje remojando las caraotas un día antes

En una hoya cubra totalmente con agua y cocine hasta que ablande el grano y reserve.


 En un sartén o caldero pequeño sofría la cebolla hasta que transparente, luego el pimentón y el ají dulce. Seguido el ajo y el rocoto sin que dore de mas. Agregue el malacho (sal pimentado) espere a que seque un poco el pescado, no más de dos minutos. Levante el sofrito con un poco de caldo de pollo, vierta los tomates pelados, añada el resto del caldo de pollo baje la llama y deje cocinar por espacio de tres minutos y reserve.  Demos vuelta hacia nuestra olla con caraotas, póngala a fuego alto hasta que levante hervor, vuelque el sofrito con el malacho, baje la llama a la mitad y  deje cocer todo con una tapa por espacio de 10 a 15 min. Retire la tapa de la olla, corrija el punto de sal teniendo en cuenta que con la merma de líquido, el nivel de sal en nuestra preparación aumentara progresivamente. Unos dos minutos antes de apagar la llama vierta un poco de salsa kétchup. Quizás le parezca una chapucería culinaria por decirlo de algún modo, pero, el azúcar de la salsa le da cierto equilibrio a esta preparación y en la cocina como todo, no deberíamos ser puritanos y dogmaticos y la verdad es que tampoco estamos transgrediendo el orden y las bases de la cocina jajajaj. A veces hay que saber cuándo debemos cruzar la línea y en este caso es solo un coqueteo no mas con el lado oscuro dela fuerza =).  Hace años estaba fascinado por la música de Jimi Hendrix me acuerdo que solía escuchar interminables  programas de  radio, pasarme horas huroneando en las  biografías de este legendario músico y unos de los detalles que colmaba mi interés  era el hecho de que este genial músico fue criticado por darle otro sonido y estructura al blues por ahí  de los años sesenta,..



Bueno para hacer corta la historia en pocos años este brillante guitarrista que alguna vez fue paracaidista pasó de ser hereje transgresor, a genio visionario y así hasta estos días...... Sin tanto animo de grandeza, sin mucho ruido y bueno justificada esta herejía de la salsa kétchup volvamos a nuestra preparación. Vierta la salsa de tomate sin pudor pero la cantidad justa...   corrija el punto de sal, agregue pimienta y quizás para dar algo de frescor antes de servir vendría bien un poco de cilantro recién picado.



Ensalada

Corte el aguacate en rodajas, cebolla en julianas y cilantro finamente. Sal, pimienta blanca, aceite de oliva y vinagre de sidra

Tostones

Pase por el lado ojo grande todos los plátanos. Con algo de firmeza compacte la ralladura de los plátanos con las manos hasta formar un tortica o especie de hamburguesa pequeña, que se pueda comer de un solo bocado. Fríalos minutos escasos minutos antes de servir toda la comida, los tostones fríos son tristes como el final de una película sin banda sonora....

Arroz

Sofría en una olla  ¼  de cebolla, sofría (nacrar) el arroz, añada el doble de agua, tape y baje la llama a la mitad. 


Trago

Macerar con azúcar en el fondo de un vaso hierba buena,  completar con té negro y abundante hielo, agregar ralladura de jengibre. Agitar suavemente con una cuchara et voila!. Si posee un coctelera macerar con azúcar en el fondo de la coctelera hierba buena y azúcar. Agregar hielo y complete con té negro la cantidad de ¾ de un vaso. Cierre bien la coctelera y agite vigorosamente por espacio de 10 a 15 segundos. Luego en un  vaso agregue hielo a tope y con un colador pequeño vierta el contenido de su coctelera. Por último añada  ralladura de jengibre al trago. Un dato importante es que la ralladura de la raíz del jengibre se  hace a escasos momentos de servir el trago, no se puede reservar, por qué el sabor del jengibre cambia y se va estropeando al contacto con el aire en un lapso de tiempo relativamente corto.



Si por alguna extraña razón  se le ocurre servir esta receta  como para una foto de una revista gourmet, torturar todo dentro de un aro, dejar los extremos vacíos del plato, abandonar la preparación como un anima sola con su vergüenza, medio desnuda,  a la que se le levanta falda en medio de una ventolera en plena calle... no lo haga por favor...  deshágase  de ese afán y los esnobismos... permítase vestir a los platos con alma campechana y despreocupada. Hágalo simple y sencillo. Hay muchas cosas en el mundo porque inquietarse, por ejemplo: el hecho de que siempre queremos y queremos más, sin agradecer,  compartir o regresar la dicha y la abundancia momentánea, porque todo en esta vida es momentáneo, fugaz. El ser humano saca y saca de la tierra sin devolverle, ni agradecerle nada cada día, no voy a caer en el desatino de decir todo tiempo pasado siempre fue mejor, porque la constante y la naturaleza de las cosas es el cambio. Antes había gente, hay gente y de seguro en el futuro también la habrá. Y lo único que de verdad nos pertenece son nuestras buenas o malas acciones. Dejemos una linda huella en este mundo para los vendrán. Agradezcamos a la madre tierra, a los familiares y amigos que comparten un plato de caraotas rojas con uno. Por último pido disculpas por la cháchara pseudo filosófica- existencial y come flor, porque  esto en mis tiempos no se veía.  



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